El color no es solo visual, sino también emocional. Determina cómo percibimos los alimentos que consumimos y la confianza que depositamos en las marcas que los respaldan. Ahora, más que nunca, esa confianza se pone a prueba. Ante la creciente evidencia de que los colorantes alimenticios sintéticos, como el Rojo n.° 40 y el Amarillo n.° 5, pueden ser perjudiciales para la salud infantil, y con la intervención de los reguladores globales, los fabricantes de alimentos se enfrentan a un imperativo moral y de mercado: es hora de optar por lo natural.
Más información: hunterlab.com/blog/how-food-brands-like-you-switch-from-synthetic-to-natural-dyes/#msdynmkt_trackingcontext=dbdf78df-d8f6-4c10-ab06-49fc9d6c0000