Las bombas de proceso Masterflex L/S e I/P fueron certificadas con éxito como “Aceptables para su uso” en condiciones de sala limpia Clase 100 según la Norma Federal 209E, así como en condiciones de sala limpia Clase 5 según ISO 14644-1.

Una sala limpia también conocida como sala blanca, es requerida en entornos controlados donde se deben garantizar niveles extremadamente bajos de partículas y contaminantes en el aire. El objetivo principal de la sala blanca es controlar la probabilidad de contaminación cruzada en función de los productos manipulados, su peligrosidad y la protección de los trabajadores o usuarios.

Este tipo de instalación es esencial en industrias como la farmacéutica, biotecnológica, electrónica y alimentaria, y en dónde el proceso o procedimiento que se lleve a cabo equiera de condiciones especiales.

Para garantizar la calidad del ambiente, las salas blancas deben cumplir con normativas estrictas, principalmente la ISO 14644 y las Buenas Prácticas de Manufactura. En la actualidad es muy difícil encontrar equipos y consumibles que puedan ser usados en entornos de sala limpia, sin que alteren el ambiente porque emiten o desprenden partículas propias de el/los materiales con los cuales están fabricados (especialmente los recubrimientos y pinturas) lo que conlleva la realizar procedimientos adicionales para mitigar o elimininar su impacto negativo, incrementando así los costos de operación y los tiempos de producción. Recientemente, las bombas de proceso Masterflex L/S y Masterflex I/P fueron sometidas a una evaluación rigurosa y demostraron cumplir o superar los requisitos para su uso en un entorno de sala limpia.

El enfoque principal de las pruebas fue la evaluación del desprendimiento de materiales. Después de lavar minuciosamente las bombas con alcohol ultrapuro, se volvieron a humedecer ubicaciones aleatorias en las superficies externas de las bombas con el mismo tipo de alcohol. El solvente se retiró de cada superficie junto con las partículas recolectadas, utilizando un filtro de membrana. Se recolectaron un total de diez conjuntos de filtros en doce intervalos a lo largo de 100 horas y luego se analizaron para determinar la carga de partículas. Además de las muestras de membrana, se utilizó un contador automático continuo de partículas en el aire en diferentes posiciones respecto a la cabeza de la bomba. Durante el período de prueba de 100 horas, los datos del contador de partículas se revisaron y restablecieron cada diez horas. Los resultados de ambas bombas no mostraron emisiones de material base desde ninguna superficie.

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