
El color de los alimentos horneados puede revelar mucho, brindándote pistas vitales sobre el sabor potencial e incluso la textura, basándose únicamente en el tono. Es probable que pases por alto las galletas demasiado oscuras, pero preferirás las que tengan el dorado justo, creyendo que tendrán el sabor perfecto. Los fabricantes de alimentos lo saben y son plenamente conscientes del impacto que el aspecto de sus productos tiene en la elección del consumidor.